
Intimidación psicológica: El adolescente es blanco de las burlas y el desprecio del acosador. Además, es amenazado o chantajeado para que actúe de formas inapropiadas.

Manipulación social: Cuando el hostigador percibe que el joven aún cuenta con amigos a su alrededor, usa todas sus armas para desprestigiarlo frente al resto. Miente o distorsiona sus palabras con el objetivo de hacerlo ver como una persona negativa.

Maltrato físico directo e indirecto: En el primer caso, el adolescente es lastimado con golpes o empujones. Cuando la agresión es indirecta, incluye el robo de sus pertenencias.