•Definir adecuadamente el conflicto.
•Establecer cuáles son los objetivos y ordenarlos según su importancia.
•Diseñar las posibles soluciones al conflicto.
•Elegir la solución que se considere mejor y elaborar un plan para llevarla a cabo.
•Llevar a la práctica la solución elegida.
•Valorar los resultados obtenidos y, si no son los deseados, repetir todo el procedimiento para tratar de mejorarlos.